El desarrollo de las capacidades productivas en los países menos adelantados (PMA) es necesario para impulsar su capacidad de respuesta y recuperación de las crisis, como la de la COVID-19, y para avanzar hacia el desarrollo sostenible, afirma el Informe sobre los Países Menos Adelantados 2021 de la UNCTAD, publicado el 27 de septiembre.
La UNCTAD define las capacidades productivas como "los recursos productivos, las capacidades empresariales y los vínculos de producción que, en conjunto, determinan la capacidad de un país para producir bienes y servicios y le permiten crecer y desarrollarse."
Según el informe, el desarrollo de las capacidades productivas permite a los países más pobres del mundo fomentar la transformación económica estructural, lo que a su vez ayudará a reducir la pobreza y a acelerar el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
Sin embargo, alcanzar los ODS requiere una inversión y un gasto masivos, que van mucho más allá de los recursos financieros de los PMA.
"Hoy en día, los PMA se encuentran en una difícil coyuntura ", dijo la Secretaria General de la UNCTAD, Rebeca Grynspan. "Necesitan un apoyo decisivo de la comunidad internacional para desarrollar sus capacidades productivas e institucionales para afrontar los desafíos tradicionales y los nuevos, como la crisis de la COVID-19 y el cambio climático."
50 años de lucha por el desarrollo
La ONU estableció la categoría de PMA hace 50 años. La agrupación de las economías más débiles del mundo se ha ampliado de un inicial número de 25 países en 1971, alcanzando un máximo de 52 en 1991, y se encuentra en 46 en la actualidad, donde sólo seis países se han graduado - han dejado de ser un PMA - hasta la fecha.
"El fuerte crecimiento económico de los PMA desde mediados de los años noventa ha sido en general insuficiente para corregir su divergencia de ingresos a largo plazo con el resto del mundo", dice el informe.
Sólo un puñado de PMA ha mostrado, en las dos últimas décadas, algunos signos alentadores de transformación estructural emergente y mejoras significativas de la productividad.
Un panorama desalentador
Las perspectivas para los PMA son desalentadoras. Sumidos en la crisis sanitaria, económica y social provocada por la pandemia de la COVID-19, en 2020 registraron su peor crecimiento en aproximadamente tres décadas.
La crisis de la COVID-19 ha puesto de manifiesto de forma dramática las deficiencias institucionales, económicas y sociales de la trayectoria de desarrollo seguida por la mayoría de los PMA, según el informe.
"La pandemia ha afectado gravemente a los PMA debido a su reducida capacidad de recuperación y de reacción ante la crisis de la COVID-19 y sus consecuencias," dice el informe.
La limitada capacidad de recuperación de los PMA se refleja en sus bajas tasas de vacunación contra la COVID-19, ya que sólo el 2% de su población ha sido vacunada, en comparación con el 41% de los países desarrollados.
Grynspan instó a los socios de desarrollo de los PMA a tener en cuenta las necesidades especiales de los más de mil millones de personas que viven en estos países durante la 15ª conferencia cuatrienal de la UNCTAD, que se celebrará en línea del 3 al 7 de octubre, bajo el lema "De la desigualdad y la vulnerabilidad a la prosperidad para todos."
Las necesidades de financiación son abrumadoras
El informe de la UNCTAD afirma que las necesidades de financiación de los PMA para alcanzar los ODS son abrumadoras, especialmente en relación con las metas relacionadas con la transformación estructural.
Por ejemplo, el informe estima que las necesidades promedio de inversión anual para alcanzar la meta de crecimiento del 7% (ODS 8.1) son del orden de 462.000 millones de dólares, mientras que las necesidades promedio de inversión anual para acabar con la pobreza extrema (ODS 1.1) en los PMA se estiman en 485.000 millones de dólares.
La financiación debe perseguir una transformación estructural significativa, allanando así el terreno para lograr avances decisivos hacia el desarrollo sostenible. Las necesidades anuales promedio de inversión para duplicar la participación de la industria manufacturera en el PIB (ODS 9.2) se estiman en más de un billón de dólares. Esto equivale a más de tres veces la inversión fija de los PMA en 2019.
Para movilizar suficiente financiación para el desarrollo, el informe dice que los PMA tendrán que fortalecer sus capacidades fiscales, aumentar la movilización de recursos internos y mejorar la eficacia del gasto público. Pero esto no será suficiente.
"La comunidad internacional tiene un papel esencial que desempeñar para apoyar a los PMA en sus esfuerzos por movilizar una financiación adecuada para sus necesidades de desarrollo sostenible," dice el informe.
Según el informe, la ayuda oficial para el desarrollo (AOD) en los PMA tiene un débil impacto catalizador en el gasto público debido a la falta de sinergia entre las asignaciones de AOD y las prioridades de desarrollo articuladas por los planes nacionales de desarrollo. Esto debe corregirse.
Una llamada a la inversión en la capacidad estatal
La UNCTAD hace una llamada para que se invierta más en la capacidad estatal y en las capacidades productivas de los PMA, ya que la crisis de la COVID-19 y la creciente recuperación mundial a dos velocidades amenazan con revertir muchos de los avances en materia de desarrollo que tanto ha costado conseguir en estos países.
La mayoría de los PMA tardarán varios años en recuperar el nivel de PIB per cápita que tenían en 2019. Según el análisis de la UNCTAD, la mediana de los PMA tardará aproximadamente tres años en volver a ese nivel, mientras que un tercio de los 46 PMA tardará cinco o más años.
"Para que los PMA transformen sus economías en el periodo posterior a la pandemia, deben ampliar su base empresarial local mediante inversiones en capacidades productivas," dijo Paul Akiwumi, director de la división para África y los países menos adelantados de la UNCTAD.
Akiwumi dijo que los esfuerzos internos de los PMA deben ser respaldados por una nueva generación de medidas de apoyo internacional que se ajusten más a las necesidades expresadas por los PMA y a las realidades del siglo XXI, especialmente en lo que respecta a la transferencia de tecnología.
"Una política industrial bien orientada debe estar en el centro de la estrategia de los PMA para lograr un crecimiento afirmó Akiwumi, ya que estos países necesitan diversificar urgentemente su dependencia excesiva de los productos primarios.
Akiwumi añadió que el incremento de la inversión en la capacidad estatal y en las capacidades productivas debe ser el núcleo del próximo programa de acción para estos países para la década de 2022 a 2031, que se adoptará en la Quinta Conferencia de la ONU sobre los PMA en enero de 2022.
También instó a los gobiernos de los PMA a que adapten los programas negociados a nivel internacional en función de sus condiciones nacionales únicas y a que resuelvan las compensaciones cuando formulen sus planes nacionales de desarrollo.