Según la ONU, el desarrollo de capacidades tecnológicas puede ayudar a los países a escapar de la dependencia de la exportación de productos básicos.

Comunicado de prensa
Para el uso de los medios de información - No es un documento oficial
Traducción No-Oficial. En caso de discrepancia, prevalecerá la versión en inglés
UNCTAD/PRESS/PR/2021/024
Según la ONU, el desarrollo de capacidades tecnológicas puede ayudar a los países a escapar de la dependencia de la exportación de productos básicos.

Alrededor del 64% de las economías en desarrollo dependen de la exportación de productos básicos, y la mayoría corre el riesgo de continuar en la senda de la dependencia de estos productos a menos que adopten una transformación tecnológica estructural.


Geneva, Suiza, 7 julio 2021

Los países en desarrollo cuyas economías dependen de los productos básicos deben mejorar sus capacidades tecnológicas para escapar de la trampa que deja a la mayoría de sus poblaciones en la pobreza y la vulnerabilidad, según el Informe sobre los productos básicos y el desarrollo del 2021 de la UNCTAD, publicado el 7 de julio.

En 2019, cerca de dos tercios de los países en desarrollo dependían de los productos básicos, lo que significa que al menos el 60% de sus ingresos por exportaciones de mercancías procedían de bienes primarios, como el cacao, el café, el algodón, el cobre, el litio y el petróleo.

El informe, "Escapar de la trampa de la dependencia de los productos básicos a través de la tecnología y la innovación", destaca la correlación entre las bajas capacidades tecnológicas y la alta dependencia de la exportación de productos básicos.

Advierte que la mayoría de los 85 países en desarrollo dependientes de los productos básicos (PDDPB) seguirán atrapados en esta trampa en el futuro, a menos que pasen por "un proceso de transformación estructural posibilitado por la tecnología."

La trampa de los productos básicos no debe verse como inevitable

Alrededor del 95% de los países que eran dependientes de los productos básicos en 1995 seguían siéndolo en 2018, según el informe.

"La dependencia a los productos básicos es un estado difícil de cambiar", dijo la Secretaria General Interina de la UNCTAD, Isabelle Durant, "pero no debe verse como inevitable".

"Si los países en desarrollo adoptan nuevas tecnologías e innovación, y reciben el apoyo adecuado de la comunidad internacional, pueden transformarse y utilizar su riqueza de recursos para obtener mejores resultados".

Durant dijo que la creación de capacidades tecnológicas debe ser una prioridad mientras los PDDPB intentan recuperarse de la crisis de la COVID-19, como también indicó que los actuales precios elevados de muchos productos básicos no deben alentar a estos países a "producir más de lo mismo".

"De lo contrario, estas naciones y sus poblaciones serán tan vulnerables a la próxima crisis como lo fueron en consecuencia de la pandemia de coronavirus.”

Las probabilidades se acumulan

El análisis del informe muestra que la probabilidad de depender de los productos básicos está fuertemente asociada a los bajos índices de tecnología.

Por ejemplo, en el Índice de Desarrollo Tecnológico presentado en el informe, señala que la puntuación promedio de los PDDPB es de 1,55, en comparación con el 5,17 de los países en desarrollo que no dependen de los productos básicos (no PDDPB), como China, India, México, Turquía y Vietnam.

Otro índice del informe, sobre la preparación de los países para las tecnologías de vanguardia, ofrece un panorama similar. Los PDDPB, cuya puntuación media es de 0,25, se muestran menos preparados que los países en desarrollo que no son PDDPB (0,47) para utilizar tecnologías como la inteligencia artificial, la internet de las cosas, el blockchain y la robótica.

En un escenario normal, el informe calcula que el país promedio que depende de los productos básicos tardaría 190 años en reducir a la mitad la cantidad de productos básicos que exporta en comparación con el país promedio que no depende de los productos básicos.

Pero algunos países han demostrado cómo superar la dependencia de la exportación de productos básicos.

Del café y el plátano a los microcircuitos

En 1965, los productos alimenticios representaban el 83% del total de las mercancías exportadas por Costa Rica. El café y el plátano por sí solos representaban cerca del 68%, frente a sólo el 7% que representaban los productos manufacturados.

Pero cuatro décadas después, la cesta de exportaciones del país había cambiado drásticamente. La contribución del sector alimentario había descendido al 24%, y el principal producto de exportación serían los microcircuitos electrónicos (26% del total de las exportaciones de mercancías), seguidos de las piezas y accesorios de máquinas (15%).

Según el informe, la diversificación de las exportaciones de este país centroamericano ha sido posible gracias a un entorno político que apoya la tecnología, la innovación y el capital humano necesarios, primero para diversificar los productos alimentarios de mayor valor, como los jugos de frutas, y luego para establecer y desarrollar sectores de alta tecnología.

Otros ejemplos de éxito son la transformación en Indonesia, de la dependencia del petróleo a los productos procesados, la diversificación de Malasia del caucho y el aceite de palma hacia productos manufacturados, como neumáticos y guantes médicos, y el ascenso de Botsuana en la cadena de valor del diamante.

Un proceso liderado por el gobierno

Un factor común en todos los casos exitosos, según el informe, es el papel activo que desempeñaron los gobiernos "para lograr un fuerte compromiso con el cambio del statu-quo y poner en marcha los recursos necesarios para avanzar."

Una fuerte voluntad política y una visión a largo plazo son cruciales porque una transformación tecnológica estructural lleva décadas, y hay que superar muchos retos.

Entre ellos, la abundancia de la mano de obra con bajos niveles de conocimientos informáticos, las limitadas infraestructuras de TI, los escasos recursos públicos y privados para financiar la investigación y la innovación, y la estricta protección de la propiedad intelectual, que supone un obstáculo para la amplia difusión de los conocimientos tecnológicos.

Según el informe, el diseño y la aplicación de las políticas de ciencia, tecnología e innovación deben ser responsabilidad de todo el gobierno, ya que los distintos ministerios y organismos se encargarán de la labor necesaria para construir un ecosistema de apoyo.

Esto incluye la mejora de las infraestructuras físicas, como las conexiones fiables de electricidad e Internet, y de las infraestructuras no físicas, como las normas y reglamentos que rigen la innovación y la adopción de tecnologías. También implica la creación de instituciones de investigación y desarrollo y la obtención y mantenimiento de la estabilidad macroeconómica.

Orientado por los planes nacionales de desarrollo

La transformación tecnológica estructural debe ser realista y estar guiada por los planes, objetivos y prioridades nacionales de desarrollo.

El informe recomienda identificar nuevos sectores cercanos en el espacio productivo nacional actual y a partir de ahí, diseñar políticas específicas para promover la innovación, ya sea mejorando el producto o el proceso de producción.

Los gobiernos tendrán que colaborar con los principales actores de los sistemas nacionales de innovación, como las empresas, los centros de investigación, las universidades y las instituciones financieras.

La transferencia de tecnología es necesaria para evitar callejones sin salida

La diversificación hacia sectores más dinámicos podría exigir a los PDDPB dar "grandes saltos" en materia de innovación, y según el informe, algunas de las tecnologías necesarias tendrán que aprenderse o transferirse desde el extranjero.

"Es esencial que los socios internacionales públicos y privados de los países en desarrollo dependientes de productos básicos faciliten la transferencia de tecnología y participen en los esfuerzos de los países en desarrollo dependientes de productos básicos para establecer las capacidades físicas, humanas e institucionales necesarias para la adopción y apropiación de las tecnologías pertinentes", afirma el informe.

La transferencia tecnológica es fundamental debido a la naturaleza "desconectada" de la producción de productos básicos.

"Son como callejones sin salida", dice el informe. "Una vez que un país se encuentra en un determinado mercado de productos, es difícil utilizar sus capacidades para pasar a otro producto".

Por ejemplo, las capacidades tecnológicas de Angola, muy concentradas en torno a la extracción de petróleo, no son fácilmente transferibles a nuevos sectores como los servicios digitales.

El proceso de transferencia de tecnología debería adaptarse a los contextos locales y podría financiarse a través de fondos especiales creados para este fin, como es el caso del Acuerdo de París, según el informe.

Dice: "Si el Acuerdo de París fuese el marco de trabajo modelo, los países desarrollados tendrían que proporcionar e informar sobre la transferencia de tecnología y el apoyo a la creación de capacidades a los países en desarrollo dependientes de productos básicos, basándose en la evaluación de las necesidades de cada país en desarrollo dependiente de productos básicos".

 

-------------------------